Título original: Under the never sky
Autor: Veronica Rossi
Género: YA, romance, ciencia ficción, distopía
Año de publicación: 2012
Páginas: 374
Saga: Sí (Under the never sky #1)
¡Hola gente que lee! ¿Cómo están?
Por aquí, disfrutando del fin de semana... ya les conté que la semana, en sí, fue corta, pero... ¡qué va! Siempre viene bien un sábado para descansar jajaja.
Como adelanté en el post anterior, estuve leyendo "Bajo el cielo eterno", de Veronica Rossi (un libro que tenía ganas de leer hacía mucho), y... en Twitter adelanté algo de lo que me pareció. Aquí va la reseña.
El mundo ha estado siendo víctima de catástrofes que amenazan la vida de sus habitantes. Luego de la Unidad, una parte de la población ha quedado a salvo de todo en lo que se denominan "cápsulas", inmensas estructuras donde están protegidos de los peligros del afuera. Todos los habitantes llevan un dispositivo electrónico llamado SmartEye, que les permite escindirse de la vida cotidiana y visitar diferentes Reinos, hacer diversas actividades, algo así como una realidad virtual, que no pone en riesgo su existencia. Toda emoción es virtual, toda enfermedad es controlada, todo nacimiento programado y manipulado.
Nuestra protagonista, Aria, vive en una cápsula llamada Ensoñación. Su madre, una científica llamada Lumina, está temporalmente en la cápsula Alegría por motivos de trabajo. El problema es que hace una semana que las comunicaciones con Alegría están interrumpiras y Aria no tiene noticias de su madre. Con el objetivo de conseguir información, Aria acepta unirse una noche a una "excursión" organizada por Soren, hijo de un ministro: luego de desactivar sus SmartEyes, ingresarán a una zona restringida.
Un gravísimo incidente ocurre y Aria es injustamente culpada por ello. Como castigo, es expulsada de su cápsula, y tendrá que ingeniárselas para sobrevivir en el afuera, en la Tienda de la Muerte.
Tratando de subsistir se encontrará con Perry, un joven perteneciente a la tribu de los Mareas, un "salvaje" o "forastero" como los llaman los "residentes" (es decir, los habitantes de las cápsulas). Perry ha estado, por esas casualidades, en el momento del incidente en la cápsula, y volver a cruzarse a Aria en esas circunstancias no es precisamente lo mejor que puede ocurrirle. Principalmente porque Perry está tratando de buscar a un ser querido que le fue arrebatado por los residentes, y él sospecha que puede haber tenido que ver con lo ocurrido en Ensoñación. Venganza, digamos.
Ahora bien... ¿qué es lo que hay en el afuera? Aparentemente, un desastre climático dejó una enorme cantidad de éter en el cielo. Así las cosas, el cielo fuera de las cápsulas es un peligro en sí mismo: cuando una tormenta de éter se desata... arrasa con todo. Absolutamente todo. Todo aquello que está fuera de las cápsulas... es un desierto. Y nuestra pequeña Aria, habiendo vivido toda su vida en aislamiento, debe hacerle frente a las tormentas y a las inclemencias del aire libre, luchando por su vida (al no haber enfermedades en Ensoñación, su sistema inmunológico no debería estar desarrollado), escapando de nuevos enemigos, y sobre todo conviviendo con alguien a quien prácticamente no le interesa.
El tiempo que comparten y las cosas que deben atravesar hacen que, poco a poco, tanto Aria como Perry vayan dejando sus prejuicios de lado y comiencen a comprenderse, y entiendan que más allá de las etiquetas "salvaje" y "topo" hay dos personas que sufren mucho y se necesitan mutuamente, tanto para cumplir sus propósitos (Perry, recuperar a su ser amado, y Aria, encontrar a su madre), como para mantenerse con vida. Y para sentirse queridos a pesar de todo.
Tenía ganas de leer este libro desde hacía mucho y cuando me topé con la versión en español al alcance de la mano, ni siquiera lo dudé. Una vez terminado "Cinder", arranqué con este. Debo decir que al principio me resultó un poco extraño, y me costó un poquito empatizar con los personajes. Aria me parecía demasiado consentida y Perry demasiado frío.
Decidí dejarlo uno o dos días y retomarlo.
Así hice. Y con una mano en el corazón, voy a admitir que este libro me voló totalmente la cabeza.
Primero, por los personajes. Aria es una chica que en un principio puede resultar algo chocante, sí, pero hay que tener en cuenta algo: nunca conoció otra cosa que no fuera su cápsula, que no fuera su realidad virtual. Al estar frente a frente con la vida real, reacciona como puede hacerlo: con desesperación. Pero es un personaje que lejos de estancarse, evoluciona de una manera increíble a lo largo de la novela. Una vez que deja su "capullo", su cuerpo y su mente comienzan a experimentar notorios cambios. Y si bien al principio se asusta, como es de esperarse, acepta poco a poco esos cambios, con ayuda de Perry y de otros personajes. Es llamativo el hecho de que en Ensoñación, la gente no tiene sueños. ¿Para qué, si tienen la realidad virtual? Por eso Aria se sorprende tanto cuando lo experimenta.
"Había soñado. Ahora tanto su cuerpo como su mente le resultaban ajenos."
Aria es un personaje que a lo largo de las páginas demuestra personalidad, coraje y valor. Y unas ansias de sobrevivir que la hacen superarse día a día. Como dato importante, cabe destacar que es dueña de una voz hermosa (no por nada su nombre, ¿no?) que hace que todo el mundo se quede maravillado al escucharla, si bien ella, por timidez, no solía cantar en público. Si hasta logra conmover al gigante Perry.
"- Creo que volveré a dedicarme a cantar. Siempre era algo que hacía porque mi madre me lo pedía. En realidad, yo no quería cantar. Pero ahora siento el impulso de hacerlo. Las canciones son historias - sonrió-. Quizás ahora ya tengo mis propias historias que contar.
- Yo he estado pensando en eso.
- ¿Has estado pensando en mi voz?
- Sí - se encogió de hombros, en un gesto mezcla de timidez y despreocupación -. Desde la primera noche."
Perry (o Peregrino), el protagonista masculino... ¿qué decir de ese chico? Debajo de esa fachada de hombre rudo y distante (que es lo que tiene que mostrar si quiere llegar a ser Señor de la Sangre de la tribu de los Mareas), se esconde una persona tan necesitada de amor, de que alguien le diga que hay bondad en él, que es imposible no emocionarse con él a medida que va abriéndose a Aria. Perry sólo muestra sus verdaderos sentimientos con su sobrino Garra, un niño que es la principal motivación para todos sus actos. Y bueno, lógicamente, al conocer a Aria... su mundo da un vuelco total. Perry es un Marcado, alguien que según su tribu tiene un "don": es esciro y vidente. Esto quiere decir que es capaz de percibir los humores de las personas como si fueran olores, y que tiene una visión sumamente desarrollada. En un principio, es un personaje que atemoriza, pero conforme la historia se desarrolla la autora nos deja ver una veta de vulnerabilidad en él que lo vuelve simplemente adorable. El ser testigos de cómo va rompiendo su coraza y va entregándose a Aria es algo hermoso de leer.
Los personajes secundarios son varios, y si bien no todos aparecen con frecuencia, tienen suma importancia en la trama. Rugido (Roar en la versión original), un amigo de Perry que aparece en un momento clave; Castaño, y su increíble fortaleza; Garra, el sobrino de Perry, ¡adorable!; Valle, el Señor de la Sangre de los Mareas, hermano de Perry, a quien terminé detestando... todos ellos tienen una función específica en la historia.
Segundo, el mundo que creó Verónica Rossi. Las tormentas de éter que describe no sólo destrozaron las tierras de muchos habitantes sino que además dejaron mutaciones genéticas en parte de la población. Eso es lo que nos da a entender mediante las reflexiones de Aria sobre los esciros, los videntes y los audiles: es probable que el hecho de que tengan un sobredesarrollo de los sentidos sea por este motivo. La total separación de los grupos sociales, los "residentes" que viven con tecnología de punta y los "forasteros", que sobreviven en tribus, va volviéndose fascinante a medida que pasan las páginas. Las descripciones de los paisajes son muy buenas y abundan los detalles sobre las vidas de cada uno de los grupos... y los prejuicios que ambos tienen sobre el otro.
"- Una vez crucemos las montañas, nada de charlas. Ni una palabra, ¿entiendes?
- ¿Por qué? ¿Qué es lo que hay allí?"
Los ojos del Salvaje, siempre brillantes, resplandecieron como faros verdes en el amanecer neblinoso.
- Lo que hay ahí es lo que te han contado. Todas tus historias."
"- Ya no estamos en tu mundo, residente. Aquí la gente se muere. Nada es 'pseudo' nada. Todo es real, muy real."
Tercero, el romance. Hands up para este romance, please! Para todos aquellos a los que no nos gusta mucho el insta-love, aquí tenemos una novela a nuestra medida. Es notable la progresión en la relación entre Aria y Perry, que pasan por el odio en un principio, por la tolerancia después, y por último por un amor que se hace esperar pero que es tan maravilloso que te dibuja una sonrisa en la cara.
Cuarto, ¡el final! Veronica Rossi cerró esta primera entrega de tal forma que quedes comiéndote las uñas por la ansiedad por saber qué es lo que pasa en la segunda parte. Y deja totalmente plasmada la evolución de Aria y de Perry. Aunque un poquito quise zamarrerar a Aria por algo que sucede, pero... qué va a ser, se nota que esa chica lo quiere, jaja.
Dejo de yapa una cita que me encantó:
"- ¿Y las nubes se disipan alguna vez? -insistió ella.
- ¿Del todo? No. Nunca.
- ¿Y el éter? ¿Llega a retirarse?
- Nunca, Topo. El éter no se va nunca.
Ella alzó la vista.
-
Un mundo de nuncas bajo un cielo eterno."
Hubiese puesto muchas más, pero era dar spoilers y no es mi intención, jaja.
Una novela que me sorprendió gratamente. Y que me emocionó mucho, algo difícil de encontrar en una distopía, al menos en mi experiencia. Aria y Perry son dos personajes que van a quedarse conmigo por bastante tiempo. Esperando con MUCHÍSIMAS ansias leer la segunda parte. Sin ninguna duda,
cinco tacitas.
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